La historicidad del Derecho revela que los grandes cambios que generan avances, en términos de condiciones y formas generales de la vida, transforman las ideas fuerza que los fundamentan y promueven, en vigencias de unas generaciones y un tiempo, que afectan las concepciones del mundo y de la vida. Esas vigencias son peldaños o escalones que se incorporan y suman al legado cultural progresivo que se proyecta al futuro, y seguramente en el círculo de validez de la cultura occidental, expresan valores sobre los que no se vuelve atrás.